Proyecto desarrollado en agosto de 2019 en el cortijo Balzaín con mi familia (colectivo de 38 personas de 84 a 6 años)
Se trata de aprovechar la capacidad transformadora y didáctica del arte para convertir un espacio dormitorio-sótano y garaje en un espacio acogedor, seguro y generador de experiencias y convivencia.. mediante las acciones transformativas consensuadas que induzcan al aprendizaje y al intercambio de experiencias y saberes, desde la creatividad.